Alrededor del año 2000, un diseñador de juegos con el nombre de Ben Robbins comenzó a ejecutar un juego en tercera edición al que bautizó como «West Marches». Era, en sus propias palabras, algo diametralmente opuesto a un juego ordinario: no tenía una hora de reunión establecida, ni un grupo regular, ni una trama fija. En cambio, tenía más de una docena de jugadores formando sus propios grupos y estableciendo sus propios tiempos y explorando donde ellos elegían. Era peligroso, muy abierto y se remontaba a los viejos tiempos del juego, cuando las cosas eran un poco menos heroicas y un poco más letales.

Ahora bien, si ya sabes qué es lo que hoy en día se conoce como «un juego estilo West Marches», hay tres cosas que debes saber antes de aplicarlo al entorno de campaña de Eberron: En primer lugar, aunque este juego sea ideal tanto para principiantes como para veteranos, un juego basado en expediciones en Xen’drik requiere un poco de trabajo extra. Para los jugadores, el juego exigirá pensamiento crítico, creación de mapas, toma de notas, análisis de riesgos, organización social y un nivel de compromiso proactivo que la mayoría de mesas no solicitan. En segundo lugar, un juego así excluye ciertos tipos de campañas. Las que son intensamente políticas, por ejemplo, serán pocas y distantes entre sí, ya que las cortes reales y los asesores astutos están lejos del continente de los secretos. Finalmente, cualquier campaña ambientada en Xen’drik implicará una gran cantidad de exploración, viajes, gestión de recursos y juego rudo. Si esto no suena como tu tipo de juego, será mejor que busques otra campaña.

Hay muchas razones para llevar a cabo una campaña de este tipo, pero las más importantes son las que son comunes a todas aquellas con el estilo «West Marches»:

Flexibilidad

Para Expediciones en Xen’drik, los grupos para sesiones específicas de juego se toman de una lista de jugadores más grande. Esto significa que no todos tienen que jugar al mismo tiempo, lo que también hace que no sea necesario cancelar sesiones porque uno o dos jugadores no pueden asistir, y también implica que no hay culpa por poder jugar de manera irregular. Dado que cada jugador individual no está necesariamente destinado a participar en todas las aventuras, las responsabilidades de programar sesiones y determinar quién jugará en ellas se transfieren en gran medida a los propios jugadores. Siempre que haya un canal abierto de comunicación disponible entre el DM y el grupo de jugadores, tal como Discord o WhatsApp, se requiere mucha menos coordinación para encontrar tiempo para jugar que el que exige una campaña tradicional.

Narrativa emergente

Las historias que puedes contar en Xen’drik son como ninguna otra. A medida que los jugadores exploran, el impacto de sus acciones se sentirá en todas partes. Ciertamente, afectarán a los personajes y facciones que no son jugadores, pero también se extenderán a los otros jugadores. Hay algo verdaderamente inesperado en tropezar con el lugar de una batalla, cadáveres y marcas de quemaduras esparcidas por todas partes, solo para descubrir la evidencia que revela que esto fue obra de tus aliados, en lugar de tus enemigos.

La narrativa de Xen’drik estará intrínsecamente ligada a la mecánica del juego: dónde vas y qué haces como jugador es la historia. El DungeonMaster, no obstante, no tendrá una trama preestablecida: el destino de los héroes está en sus manos más que nunca. Hay DMs que una vez saborean la liberación que proviene de no tener que determinar por completo su propia historia, no vuelven a llevar campañas tradicionales (no me encuentro entre ellos, a decir verdad).

El juego en su máxima expresión

Una campaña en Xen’drik será, en muchos sentidos, un cumplimiento muy completo de la promesa del juego en su forma más esencial. Muchos hechizos, habilidades y características que parecen débiles o que faltan en la Quinta Edición florecen en este continente. Cuando debe llevar todo su equipo a la espalda, por ejemplo, la fuerza es de vital importancia. Del mismo modo, incluso los trucos más básicos, por ejemplo, mending, se vuelven indispensables cuando la cuerda se rompe a treinta millas de la ciudad y quieras asegurarte de que se mantiene segura.

En muchos sentidos, Expediciones en Xen’drik se remonta a los viejos tiempos del juego y adopta su visión con más entusiasmo. Esto no es para criticar las actitudes más modernas que se encuentran en la Quinta Edición, sino solo para enfatizar los elementos más sencillos del juego que a veces se han perdido en los juegos más complejos, grandilocuentes y espectaculares de hoy en día. Si anhelas tumbas antiguas y bestias sedientas de sangre, montañas imponentes y junglas oscuras y embrujadas, riesgo real y peligro impresionante, Xen’drik es el lugar para ti.

Secretos en Xen’drik

Y para terminar, además de los detalles generales para llevar a cabo una campaña de estilo «West Marches», siempre hay algunos particulares para hacerlo en Eberron.

Más allá de los muros seguros de la ciudad semi-civilizada de Stormreach se encuentran tierras salvajes implacables y las antiguas ruinas de diversas civilizaciones. Monstruos, mazmorras, peligro y muerte: la vida como aventurero es un desafío difícil de ganar, pero no viene sin recompensas. Tesoros, fama, artefactos antiguos y conocimiento prohibido: cuanto mayor sea el riesgo, mayor será el premio. En ese sentido, no se nos escapa la similitud entre Xen’drik y Zendikar, el plano de Magic the Gathering en el que puedes encontrar «peligros mortales, tesoros incontables».

En una campaña de este corte podrás explorar rincones olvidados del continente de los secretos y hacer nuevos descubrimientos. Administra tus recursos y aprovecha al máximo tus habilidades para sobrevivir y hacerte con todo lo que necesitas para sobrevivir en tus grandes aventuras, o caerás en la ruina, la desesperación y la locura como muchos antes que tú.

Sé inteligente, sé sabio y sé valiente. Enciende tu antorcha y camina con cuidado.