¿Alguna vez has entrado a Starbucks, pedido un café y tomado asiento en una mesa para armar un nuevo personaje para esa campaña a la que te invitaron? ¿Por casualidad ese café tenía algún ingrediente adicional? ¿Caramelo, chocolate, crema batida, menta o algún otro? No te sientas culpable, yo también he estado en esa posición.
Y es que hay para quienes el café solo puede tornarse algo simple y monótono. Tanto como lanzar hechizos en Dungeons & Dragons puede volverse aburrido… pero hay formas de hacerlo con algunos elementos creativos que seguramente harán de tu experiencia algo fuera de lo ordinario: como un Mocha Peppermint Frappuccino.
En su quinta edición, Dungeons & Dragons no tiene escasez de hechizos para elegir, pero después del tricentésimo-vigésimo-séptimo misil mágico, el lanzamiento puede comenzar a volverse aburrido. Ya se necesita invertir bastante tiempo y estrategia para elegir qué hechizos aprender, cuál lanzar y cuándo lanzarlo, y para mantener el combate sin problemas, a veces es mejor establecer las acciones previstas, tirar los dados y seguir con la ronda… pero la caracterización no tiene que terminar cuando lanzas iniciativa. Imaginar cómo se ve, siente, suena o incluso huele la particular marca que deja en el ambiente el uso de magia puede ser parte integral del desarrollo del personaje.
Es en serio: imagina que estás jugando un mago. Lo has descrito como un estudioso de las artes arcanas que conoce la Urdimbre y cómo manipular los hilos que la componen:
DM: «Una multitud de goblins se está acercando a tu torre, gritando maldiciones en común, con la intención de llevarse todo lo que puedan encontrar dentro: tus libros, tus ingredientes, tus tesoros… tu vida. Tu respuesta debe ser contudnente».
Jugador: «Lanzo Fireball».
Esto es funcional y efectivo. Los goblins dentro de más o menos seis metros desde el punto que elijas lanzarán sus tiradas de salvación, y luego tú lanzarás al menos ocho d6s de daño de fuego. Tu turno terminará, y luego uno de tus compañeros abrirá la puerta de la torre y ahuyentará a los sobrevivientes. Pero, ¿cuánto de ese hechizo describiste a la mesa? ¿Qué mostró esa bola de fuego sobre tu personaje? ¿Qué podría mostrar? ¿Y cómo podrías hacer que el acto de lanzarlo sea un poco más divertido?
Verbales
Una de las cosas que puedes hacer es inventar encantamientos para tus hechizos. ¿Quién dice que necesita estar en Dracónico o en alguna lengua antigua y desconocida? Podría ser una o dos palabras en pseudolatín («¡Ignis Draconum!») con el riesgo de sonar muy semejante a los hechizos en Harry Potter, o una breve aliteración, al mejor estilo de Doctor Strange («¡Por los aros de rubí de Raggadorr!»).
Quienes tratan más con conjuros divinos, una cita de sus Escrituras podrían caracterizar tanto su vínculo con su deidad como a la deidad misma. Un clérigo al servicios de un dios de la naturaleza casteando healing word podría decir: «Tu primavera llega temprano / ¡Las heridas del invierno se cierran!», mientras que un paladín de un dios de la protección lanzando sanctuary podría decir: «¡Un ojo vigilante disuade al mal!». Para los bardos, obviamente, una línea de poesía con rima o la estrofa de una canción encajan a la perfección. Para los hechiceros, cuya magia corre por su sangre, el componente verbal podría ser un estallido de emoción, como una carcajada, un grito o un suspiro profundo.
Esto requiere mantener un diario de hechizos para que con estos encantamientos mantengamos cierta consistencia y también para ahorrar tiempo si la improvisación nos consume tiempo.
Somáticos
Por supuesto, los movimientos y la apariencia también importan. Se puede suponer que los hechizos con componentes somáticos son un baile elaborado, el movimiento de una varita mágica o la elevación de un bastón, pero siéntete libre de entrar en detalles. Al invocar shatter o thunderwave, un bardo podría arrodillarse y tocar un acorde especialmente estruendoso, poner una mano sobre su pecho y estallar en una nota contralto particularmente aguda o incluso golpear el suelo particularmente fuerte mientras baila claqué. Mientras tanto, un brujo pomposo puede simplemente señalar con desdén su eldritch blast, pero uno tímido puede parecer alejarse de la entidad que le da el poder para ejercer. Si la magia es una forma de vida para un personaje, un hechizo puede mostrar tanto sobre quiénes son como una conversación rápida.
También puede ser un divertido proyecto de arte si dibujar runas o un diagrama de movimientos de varita es lo tuyo. Si lo es, agregar elementos que los hagan más complejos de acuerdo a tu nivel reflejarán un mayor poder y la mayor comprensión que tienes sobre ellos.
Si la coordinación de tus dedos te va bien, y sabes algo de tutting, la espectacular The Magicians nos dejó un amplio legado de ideas para representar los precisos y arcaicos movimientos de tus manos y dedos al lanzar un hechizo:
Efectos especiales
En nuestro primer ejemplo, el jugador lanzaba fireball sólo diciendo que lo hacía. Veamos una descripción de lo que los testigos ven:
Todo lo que verán los goblins es un rayo de luz y un destello abrasador antes de que sus vidas terminen en fuego. Hago algunos cálculos, y con mis manos entretejo el hilo de mu voluntad para que sigan las estrellas de una constelación invisible al ojo común. El aire a mi alrededor se enfría por un instante a medida que el calor se acumula en una cuenta en la punta de mi dedo índice, y el dominio de los elementos se manifiesta en mis palabras mientras culmino mi hechizo…
Vale la pena tener en cuenta que describir un hechizo cada vez que lo usas también puede ser aburrido, por lo que hacerlo con moderación en momentos clave (como un golpe final, la primera vez en una partida o cuando se hace algo particularmente impresionante) lo mantendrá innovador. Al personalizar los hechizos, pueden convertirse en algo más que simples opciones para usar dentro y fuera de la batalla; se convertirán en parte de lo que hace que tu personaje sea único. ¿Alguna vez has personalizado la forma en la que tu personaje lanza sus hechizos? ¡Cuéntanoslo todo y exagera en los detalles!
No se puede hacer siempre… pero hay momentos en los que son priceless!!!