Gracias a United International Pictures, la distribuidora en Perú de la película Calabozos & Dragones, he tenido la oportunidad de ver la película en una función privada y ha sido un día muy largo para mí, pero muy glorioso también. Y es que incluso si nunca has lanzado un dado de 20 lados, «Calabozos & Dragones: Honor entre Ladrones» es una aventura de fantasía llena de diversión y totalmente accesible que se apoya en el espectáculo y el lado más inesperado (y por qué no, tonto) de las campañas de D&D. Claro, hay muchos chistes internos y detalles ocultos a simple vista para deleitar a los que hemos jugado por años, pero creemos que no corren el riesgo de dejar perdidos a los novatos o a los que no juegan. Sin duda alguna es una película llena de misiones secundarias y personajes coloridos.
Tenemos clarísimo que el elenco la ha pasado muy bien y se ha divertido mucho interpretando personajes de un grupo típico de aventureros. Chris Pine se encarga de agregar una cómoda y bien colocada cuota de humor, mientras que Michelle Rodríguez luce su quizás ya estereotipado papel rudo como la guerrera Holga, pero quien se roba la escena como el virtuoso paladín es Regé-Jean Page, que normalmente sería el héroe protagonista de una película de fantasía (y el hecho de que en ésta no lo sea le da mayor encanto a la película). Junto al hechicero con poca autoestima de Justice Smith y la druida desconfiada de Sophia Lillis, todos entran en ritmo como compañeros de equipo inesperados con un objetivo común y personalidades contrastantes, como cualquier grupo de jugadores sentados en una mesa en algún comedor.
Los escritores y directores John Francis Daley y Jonathan Goldstein enfatizan el entretenimiento que eleva Honor Among Thieves por encima de lo que es una tradición que nos gustaría olvidar: los últimos intentos de hacer una película basada en nuestro hobby favorito han sido desastres que nos han hecho desear que encerraran a los dragones en el calabozo y que se pierda la llave. Los mapas extensos con nombres de territorios que quienes juegan en Faerun reconocerán inmediatamente no hace que la información esencial sea fácil de digerir. Mientras los magos rojos corrompen a inocentes menos poderosos y nuestro grupo de héroes explora la Infraoscuridad en busca de un artefacto, nunca hay un momento en el que toda la construcción del mundo de fantasía se vuelva abrumadora, ya que solo se nos dice lo que es necesario. Nuevamente, quienes saben disfrutarán de los detalles, mientras que quienes no, no se sentirán enajenados por no saberlos.
Si bien la película tiene una fantástica producción que muestra dragonborns, tabaxis y aarakocras, sin mencionar los muertos traídos a la vida para interrogarlos, la historia no se queda atrás: el humor tiene un nivel meta que parece querer burlarse de los DungeonMasters que complican demasiado sus acertijos o hacen que sus desafíos sean obscenamente absurdos. Cuando Pine y Page toman el control de la acción con sus diálogos e interacción, la película parece hasta subir de nivel. El ritmo de la historia y sus comic relief la acercan mucho a lo que Marvel Studios ha construido durante los últimos quince años, con secuencias de acción que se comparan en técnica, cinematografía y espectacularidad.
La película puede no ser tan épica como la trilogía de El Señor de los Anillos o tan políticamente siniestra como Juego de Tronos, pero seamos honestos: nuestras campañas tampoco lo son, y no tiene nada de malo ser el hermano más bromista del género de aventuras fantásticas. La pasión por nuestro hobby es palpable en cada segundo, y hasta la banda sonora de Lorne Balfe (Black Widow, Mission: Impossible, Top Gun: Maverick) nos hace sumergirnos en este mundo con majestuosa facilidad. Dicho sea de paso, hay rumores fuertes de que el compositor lanzará pistas adicionales a la película destinadas a los jugadores en sus mesas, lo que sería definitivamente un crítico rotundo.
Para terminar, debemos decir que después de todo, hay un núcleo serio en esta historia, uno que sirve como un tributo realmente lleno de amor por el juego. Debajo de los adornos de fantasía, esta es una película de atracos, una búsqueda grupal en las mejores tradiciones del juego. Nuestros protagonistas se embarcan en una misión para robar un tesoro por razones encomiablemente comprensivas y deben encontrar una forma de superar al zalamero Forge de Hugh Grant y a la malvada maga roja Sophina de Daisy Head, que resulta ser genuinamente desconcertante. Contra estos formidables enemigos, Edgin y Holga reclutan a sus compañeros y poco a poco estos Ocean’s Four se convierten en una casi familia, y la película les da espacio para un crecimiento excéntrico y conflictivo. Cuando todo amenaza con fracasar, aparece el paladín escandalosamente perfecto, un héroe trágico que no tiene ningún sentido del humor, haciendo que todos los demás parezcan diez veces más divertidos. Nuestros héroes, todos extraños, rechazados y cargando son fracasos auto-percibidos, finalmente obtienen fuerza, aceptación y amistad en la familia encontrada que construyen juntos, tal como lo han hecho incontables generaciones de adolescentes que encontraron gracias al juego sus tribus y su confianza.
Ningún fan de Calabozos & Dragones debería perderse esta película. Disfruten cada segundo, cada secuencia… y regresen tras la fecha de estreno para nuestro análisis con spoilers. Hasta ese momento, calienten sus dados y lancen iniciativa.
¡Qué genial poder haberla visto en función especial!