2023: Una retrospectiva rolera

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Imagen: Washington Post

Normalmente a fin de año me tomo unos días para echar un vistazo a lo que hemos realizado en este blog y junto a la comunidad Elfos de Mar para promover nuestro hobby favorito. Y si bien estamos muy orgullosos de nuestros artículos y eventos, este año debemos decir que si bien Dungeons & Dragons alcanzó niveles masivos de reconocimiento, también ha sufrido de innumerables percances debido a las decisiones que ha tomado su compañía madre, Hasbro.

Aunque parece que se puede decir lo mismo de todos los años recientemente, es difícil imaginar un año mejor que 2023 en términos de influencia y reconocimiento de marca para Dungeons & Dragons. Una película, un canal de transmisión 24/7, un videojuego que ha dominado el mundo y, por supuesto, un vistazo nada despreciable al futuro del juego. Sin embargo, el contraste es altísimo con todas las controversias y escándalos que erosionan la buena voluntad de la comunidad que sostiene el juego. Superando lo que muchos considerábamos ya la cima de la ola cuando la cuarta temporada de Stranger Things convirtió a un lich creado hace más de 50 años en uno de los villanos más notorios del streaming (y haciendo que las camisetas de Hellfire Club sean una vista habitual dondequiera que vayas), el 2023 comenzó fuerte con el lanzamiento y promoción de Honor entre Ladrones, la primera adaptación de D&D al cine en más de 20 años. Y si bien no fue un gran éxito de taquilla, no solo fue lo suficientemente buena (un éxito notable en sí mismo, considerando el legado cinematográfico del que buscaba deshacerse), sino que aparentemente solo ha crecido en valoración cultural desde su lanzamiento.

Empezamos el 2023 viendo cómo Wizards of the Coast intentaba solucionar la controversia de la OGL, destapada por Linda Codega para io9 en los últimas días del 2022. Un acuerdo filtrado buscaba “endurecer” la OGL que había estado vigente desde el lanzamiento de Tercera Edición. Tal como estaba planteada, otorgaría a Wizards la capacidad de ganar 25% de los ingresos en regalías por parte de las empresas que ganen más de 750.000 dólares, además de darles el derecho de usar cualquier contenido creado con la nueva licencia y obviamente dar la anterior por extinta. Debido a la respuesta negativa masiva de la comunidad de D&D, la empresa anunció que mantendría intacta la OGL y publicó la misma posteriormente bajo una licencia irrevocable de Creative Commons. En Abril se llevó a cabo la Cumbre de Creadores, que si bien dejó mucho que desear en cuanto a organización (sobretodo en la logística necesaria para que los invitados virtuales participaran), al menos dejó la tranquilidad de que los libros de reglas básicos de 2024 serán una continuación de la quinta edición y no una nueva. Poco después, el término “One D&D” fue reemplazado, y los libros obtuvieron como diferenciador su año de publicación. Así, el que tenemos ya es el Player’s Handbook 2014, mientras que el que se publicará el próximo año será el Player’s Handbook 2024.

En agosto Baldur’s Gate 3 salió a la venta, dominando las redes y convirtiéndose en una importante fuente de ingresos para Hasbro, sin que pueda impedir que ese mismo mes anunciaran la venta de su negocio de cine y televisión eOne (el que habían comprado en 2019 por 4.000 millones de dólares y que vendieron en solo 500). Hace poco más de un mes vimos nacer Dungeons & Dragons Adventures, un canal de TV online con tres programas oficiales cuyo lanzamiento sigue sumido en confusión: pocos aficionados saben cómo acceder al contenido, el mismo que sólo está disponible en EEUU. Y justo antes de Navidad, Hasbro anunció una nueva ronda de despidos debido a las débiles ventas de juguetes, entre los cuales hay varios miembros de Wizards of the Coast dedicados a Dungeons & Dragons. Su CEO, Chris Cox, tiene un salario de 1,5 millones de dólares y recibió una compensación total de 9,4 millones de dólares en bonos por lo bien que llevó el negocio durante el 2022.

A todo esto debemos añadir que casi todos los títulos anunciados para este año tuvieron retrasos: es de imaginar que «Keys from the Golden Vault» quiso pasar desapercibido durante la crisis de la OGL y por eso postergó su salida sin anuncio alguno; «Bigby Presents: Glory of Giants» vio la luz en agosto habiendo sido anunciado para la primavera (entre marzo y mayo en el hemisferio norte) y lo hizo acompañado de su propio escándalo debido al uso de inteligencia artificial generativa en algunas piezas de arte. «Phandelver and Below: The Shattered Obelisk» salió en setiembre cuando fue anunciada para el verano (entre junio y agosto) y si bien «Planescape: Adventures in the Multiverse» sí alcanzó su fecha de lanzamiento prevista, recién podremos ver de forma física el último suplemento de este año, «The Book of Many Things», en enero del próximo.

Este año ha sido para Wizards puede haber sido uno de crecimiento económico pero también uno de derrota sorprendente e infalible en imagen pública: una herida autoinfligida que quemó una cantidad considerable de la buena voluntad que habían establecido durante el dominio de la quinta edición. Si la controversia de OGL en enero representó la arrogancia de los ejecutivos de Wizards y Hasbro al intentar fortalecer su posición de dominio sobre la industria de los juegos de rol, estos despidos recientes reflejan lo poco que significa ese dominio financiero cuando se trata de salvaguardar a los trabajadores que ayudaron a establecer ese éxito en primer lugar. Todas estas historias de avaricia corporativa no hacen más que mostrar que quienes tienen más poder en estos espacios nunca aprenden realmente de sus errores.

El año 2024 verá el amanecer de una nueva era para Dungeons & Dragons, mientras los ojos se centran en la próxima versión (ojo: no «edición») del juego y su 50° aniversario. Pero en lugar de comenzar este año en lo más alto, aprovechando éxitos como nunca antes se habían visto previamente, nuestro hobby favorito se encuentra en una encrucijada confusa, y solo nos queda esperar a que ésta no dure demasiado.

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