Los bardos son artistas ante todo y practican la magia al igual que practican el canto, el teatro o la poesía. Tienen un sentido claro de cómo la gente percibe la realidad, por lo que dominan la magia del encanto y algunas ilusiones. Las sagas de grandes héroes son parte del repertorio de un bardo, y la mayoría de ellos sigue el ejemplo de muchas fábulas y se vuelven hábiles en una amplia variedad de campos. La habilidad artística, el conocimiento de la tradición y el poder arcano de un bardo son muy respetados, especialmente entre los gobernantes del mundo. Este artículo ofrecerá un vistazo al origen de la clase, la evolución de sus habilidades a través de las diversas ediciones de D&D, su rol mecánico en el juego y consejos sobre cómo interpretarla sobre la mesa y combinaciones para maximizar sus fortalezas y minimizar sus debilidades, culminando con un personaje perteneciente a esta clase. Si estás más interesado en una guía esencial con conceptos más básicos, haz clic aquí.

Origen

El nombre y concepto de la clase tienen origen celta, el que a su vez produjo el bardo gaélico, el escocés y el irlandés. Esta referencia significa más o menos ‘poeta-cantor’, y probablemente proviene de la palabra proto-indoeuropea ‘gwredho’ que significa ‘el que alaba’. Históricamente, a los bardos se les tiene tanto respeto como desprecio por ser considerados problemáticos itinerantes, dependiendo muchas veces no solo del contexto social sino de la concepción pública que de cada individuo se tenía en su momento.

En Dungeons & Dragons, el bardo es una mezcolanza de al menos tres tipos diferentes de estos cantautores: el skald nórdico, el bardo celta y el juglar del sur de Europa. En el juego se le describe usualmente como un artista, especialmente un músico que escribe versos tanto líricos como épicos, centrado en la idea de acceder a la magia a través de dicha forma de expresión artística. Como clase, el bardo apareció por primera vez en el número 1 del segundo volumen de The Strategic Review.

Evolución

En la primera edición de AD&D, los bardos eran una clase especial que no estaba disponible para la creación inicial de personajes: uno podía acceder a ella solo después de cumplir requisitos específicos y difíciles, entre los cuales tenemos que contar con puntuaciones muy altas (15+ en cuatro caracterísicas) y alcanzar niveles en múltiples clases de personaje (de forma similar a lo que luego conoceríamos como las clases de prestigio, particularmente el Fochlucan Lyrist incluido en el «Complete Adventurer» de 3e). En segunda edición, la clase pasa a formar parte del grupo «pícaro», y se convierte en clase estándar. Tenía una selección limitada de habilidades de ladrón, una progresión limitada de hechizos de mago, acceso a la competencia en armas de guerrero, y algunas habilidades especiales para representar sus habilidades musicales, convirtiéndose así en el emblemático mil oficios por excelencia.

Al llegar a 3ª edición, la clase de bardo continuó alejándose de sus elementos druidicos para cimentarse como hábil en todo y experto en poco (principalmente a través de Bardic Knowledge, una posibilidad casi universal de saber cualquier cosa en función del nivel del personaje y su Inteligencia). Su acceso a la magia cambió una vez más, esta vez para ser similar a la de los heciceros (una innovación de esta edición). Otras habilidades se mantuvieron con algunos cambios mecánicos para que fueran más compatibles con las reglas simplificadas del Sistema d20. En la edición revisada 3.5, obtuvieron cambios favorables, como la capacidad de lanzar hechizos usando armadura ligera, aunque nada comparado con el fortaleciiento de los poderes de su música. Cuarta Edición introdujo la clase en el segundo Player’s Handbook, dándole poderes mayormente relacionados con fortalecer a sus aliados y obstaculizar a los enemigos a través de canciones mágicas (aunque se anima al jugador a describir estos poderes de la manera que desee). El bardo tiene en esta edición la mención honrosa de ser la única clase que puede multiclasear libremente en cuantas otras clases desee.

La versión oficial más reciente de la clase enfatiza que «las palabras y la música no son solo vibraciones del aire, sino vocalizaciones con poder propio. El bardo es un maestro del canto, el habla y la magia que contienen». Sus habilidades de lanzamiento de hechizos siguen siendo determinadas por su puntaje de Carisma. Su versatilidad viene acentuada en la variedad de subclases a las que tiene acceso y que enfatizas diversos aspectos de los pilares de juego. Sin embargo, la más reciente iteración via el playtest de OneD&D introduce importantes cambios: ahora preparan hechizos como un clérigo o un mago, con acceso a las escuelas de magia Adivinación, Encantamiento, Ilusión o Transmutación, con algunos hechizos de curación gracias a Songs of Restoration desde nivel 2. Muchas de sus características han cambiado de nivel hacia arriba y abajo, pero el cambio más notorio es la Inspiración, la que ahora puedes usar como reacción para mejorar el resultado de una prueba o para curar una criatura.

Rol & Rol

El arte y la magia comparten una belleza sublime y, como bardo, buscas el lugar donde los dos se encuentran. Podrías ser un vagabundo con talento natural que lanza hechizos impresionantes casi instintivamente, un estudiante de una universidad de bardos que aprendió sistemas ordenados de magia y poesía épica, un escaldo guerrero que combina la habilidad con las armas con música atronadora, un artista apuesto conocido por poner un buen espectáculo incluso para sus enemigos, o un perfeccionista que busca la fórmula consumada que fusiona el arte y la magia en una fuerza superior. No importa el aspecto que priorices, el bardo siempre es un líder nato: tus hechizos inspiran y vigorizan a tus aliados tanto como interrumpen y perjudican a tus enemigos. Alternativamente, puedes especializarte en un aspecto de tus habilidades para llenar un vacío en el conjunto de habilidades del grupo, según sea necesario. Los Colegios de las Espadas y del Valor sobresalen en el combate, mientras el de Conocimiento te permitirá aprender hechizos que normalmente solo conocen una o dos clases específicas, y el de Susurros hará que compitas con el pícaro del grupo en términos de furtividad.

Canalizar el poder mágico a través de palabras y música, estudiando mucho para dominar el poder contenido en la tradición y las sagas que la historia quiere que eternalices no es sencillo, aunque lo hagas parecer así. Al usar tus poderes, descríbelos tan histriónicamente como te resulte cómodo: un ritmo constante late en el fondo de tu mente mientras blandes tu espada; tus ojos y oídos captan el movimiento de los villanos que te rodean, y una mirada te dice todo lo que necesitas saber para derrotarlos; silbas tres notas entrecortadas para que tus aliados sepan que la sinfonía de la batalla está a punto de comenzar. Incorpora términos musicales en tus ataques, hechizos y maniobras: acceleratto (rápidamente), adagio (lentamente), staccato (golpes breves e inconexos), crescendo (aumentando) son todas palabras aplicables a diversos momentos y movimientos del combate.

Si buscas inspiración histórica, Dungeons & Dragons cita muchos ejemplos legendarios de bardos en sus manuales: desde Alan-a-Dale y Will Scarlet hasta Amergin e incluso Homero, siempre considera al construir el tuyo que cada cultura tiene su narrador o poeta, ya sea que esa persona se llame bardo, skald, fili, juglar, o hasta trotamundos. Ejemplos más modernos y fantásticos incluyen a Orfeo (de la mitología griega) y Jaskier (de «The Witcher»).

Combos

Si has llegado hasta aquí es porque quieres optimizar tu bardo. Bienvenido al lado oscuro del Arte.

Empezar el juego como medio-elfo no sólo incrementa tu puntaje de Carisma y dos otros más, sino que te proporciona darkvision, habilidades adicionales y hasta protección de tus propios hechizos. No por gusto son los segundos mejores amigos de todo el mundo.

Son dos las subclases que nos llaman la atención: Conocimiento te ofrece Cutting words, que hace mucho más sencillo usar tus dados de inspiración; mientras que Magic Secrets te ayudará a redondear tus capacidades como lanzador de conjuros. En un juego en el que el combate no sea esencial, estos bardos pueden convertirse en esenciales. Por otro lado, Glamour te dará lo que necesitas para brindar apoyo como nadie más podría hacerlo a través de tus hechizos y la habilidad Mantle of Inspiration. La elección de tus hechizos es esencial para delimitar bien tu rol, pero hay algunos que no deberías dejar de lado: Dissonant Whispers (y los ataques de oportunidad que ocasiona pueden ser abusados por tus compañeros), junto a Suggestion y Mass Suggestion (sé creativo y tu DM te permitirá lograr cosas inauditas) son parte de ellos. Forcecage no tiene salvación, no requiere concentración y tiene dos versiones que te permiten enfrentar el problema de diversas formas.

En cuanto a las dotes, Inspiring Leader puede no curar tanto como Healer, pero es más proactivo, mientras que Resilient reforzará tus hechizos más valiosos y poderosos, que suelen necesitar concentración, tanto como Warcaster que además les permite a Bardos del Colegio del Valor lanzar hechizos con componentes somáticos incluso con sus manos ocupadas.

Los combos más notables para bardo provienen de otra clase, sin embargo. Si bien pueden tomar de uno a tres niveles en otra clase sin perder demasiado, puede enlentecer el que llegues a tus mejores poderes, así que piénsalo bien. Con algunos niveles de Paladín, la eficacia con la que podrás usar Divine Smite es temible. Con tan solo dos de Brujo, obtienes daño a voluntad a través de Eldritch Blast y la invocación Agonizing Blast, sin limitar tu lanzamiento de conjuros como un Brujo normal.

Un bardo

Mikaeus es el primer hijo de una historia envuelta en misterio. Cuando sus padres se conocieron y enamoraron, su madre quedó embarazada y fue obligada a renunciar a su herencia angelical si quería permanecer en el plano material junto a su familia. Esto hace de Mikaeus un medio-celestial sin saberlo, lo que es mantenido en secreto para no convertirlo en objetivo de fuerzas malignas. Con el tiempo, Mikaeus se ha convertido en un carismático artista y competente creador, llegando incluso a diseñar un arma que usa energía arcana en contra de sus enemigos (que usualmente son solo trampas en algunas ruinas que visita de vez en cuando). Todo cambiaría para él cuando en uno de sus paseos se encontró con un orbe misteriosa que activó su marca dracónica, herencia de su padre, un elfo Medani. Cuando salió de la ruina con el orbe en sus manos, fue abordado por el dragón Nikkofurioryx e invitado a una misteriosa iniciativa…

Mikaeus es un medio elfo (variante Medani) bardo (College of Valor) con el trasfondo Entertainer y el arquetipo Campeón de la Profecía.