El Renegado

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«Héroes de Eberron» es una serie de artículos que usamos para adentrarnos en arquetipos que son particulares a este entorno de campaña, ofreciendo algunas piezas clave en caso de que te provoque jugarlo en otro escenario: si bien la mayoría de los arquetipos funcionan bien para personajes de cualquier clase y raza, hay algunas que resultan más cliché que otras.

Ahora bien, cada artículo está dividido en dos partes: Aventuras incluirá tus motivaciones, mientras Personalidad se refiere a distintas características usuales en este tipo de héroes. Al final del artículo, te daremos un ejemplo de un personaje construido en base a dicho arquetipo. Hasta hora, hemos hecho ya el cronista, el inquisitivo, el erudito, el devoto, el forastero, el cazador de monstruos y el vástago marcado. Sin más, hoy les presentamos al Renegado de la Casa Marcada.

“Prefiero no usar mi apellido, gracias”.

—Gaven, guardabosques semielfo

A veces, ser miembro de una casa marcada significa poder, prestigio e influencia. También significa vivir firmemente bajo el control de un pariente controlador hasta que puedas encontrar una manera de escapar. Felizmente para ti, has encontrado una manera de hacerlo.

Las Casas Marcadas tienen sus propias leyes, algunas más antiguas que el propio Reino de Galifar. Un heredero que viola dichas leyes es excoriado: despojado del nombre de la casa y prohibido de hacer uso de los recursos de la misma. En su forma original, este castigo generalmente implicaba una verdadera excoriación o el corte de la piel que llevaba la marca dracónica del marginado. A pesar de la capacidad de ésta para reformarse con el tiempo, este proceso (especialmente para los herederos de élite con una marca mayor) a menudo era intencionalmente letal. Hoy en día, un excoriado simplemente debe entregar su anillo de sello, cualquier otra propiedad que pueda reclamarse como regalo de la casa y el nombre de la casa y la familia. Su retrato circula por los principales enclaves de la casa para que se le niegue cualquier tipo de facilidad.

Por ello, los otros herederos de tu Casa tienen prohibido brindarle ayuda o socorro, y las otras casas normalmente te evitan para evitar conflictos diplomáticos. La excoriación es un castigo raro, y a menudo es un destino peor que la prisión para un heredero marcado: En el pasado, aquéllos que poseían marcas dracónicas fueron criticados por mezclar linajes con miembros de otras casas. Hoy en día, tales coqueteos ya no son un delito, pero las relaciones entre los herederos de casas diferentes siguen siendo un tabú oscuro y tácito. La excoriación se reserva para los actos graves de traición, o para los que violan los principios fundamentales de una casa y avergüenzan su nombre, y por ello sólo puede ser decretada por un consejo de virreyes, y sólo un patriarca puede rescindirla.

En otros entornos de campaña, puedes ser un hijo menor de una familia noble en lugar de una Casa Marcada, o incluso un ex-proselitizador en ascenso en una jerarquía eclesiástica que huye de la influencia controladora de un mentor religioso. Además, tus razones para huir de tu familia pueden variar: tal vez cometiste un delito o un cambio de poder en tu casta te hizo caer en desgracia.

Aventuras

Te has lanzado a la aventura porque es mejor que la alternativa, una vida estrictamente controlada como parte de una casa marcada por el dragón. Tu familia piensa que deberías estar en casa, poniendo tus talentos al servicio del negocio familiar. Tu madre te quiere donde pueda vigilarte y asegurarse de que no te metas en ningún problema. Tu padre quiere encontrarte a alguien apropiado para casarte y tener a tus hijos a mano. Básicamente, te aventuras porque sabes que tu familia lo odia. Es posible que aún no sepas qué quieres hacer con tu vida: salir con un grupo de desadaptados en peligrosas misiones que ponen en riesgo sus vidas es algo que estás haciendo para matar el tiempo hasta que descubras en realidad qué quieres hacer antes de sentar cabeza… lo que sí sabes es que no implicará el trabajar para tu familia.

El caso extremo del excoriado que mencionamos en la introducción es un papel extraño para que un personaje jugador elija desde el principio, ya que cierra muchas puertas. Al mismo tiempo, crea cierto romance oscuro, especialmente si el castigo no fue merecido. Alternativamente, un descendiente o un agente de una casa podría convertirse en un excoriado a través de sus acciones en el transcurso de una campaña. Este es el lado oscuro del poder ejercido por las Casas Marcadas, y depende de tu DungeonMaster hacer que un excoriado sienta la presión de vivir como un exiliado.

Personalidad

Claramente, tienes una vena rebelde. No necesariamente rechazas toda autoridad, pero ciertamente no te gusta estar bajo el control de nadie. A veces puedes ser sardónico, cínico y duro, especialmente cuando las personas que te rodean empiezan a sonar como si pensaran que les perteneces. Pero no eres malo de corazón. ¿Acaso es malo querer moldear tu propio destino?

Aunque probablemente hayas sido repudiado, estás acostumbrado a una vida de relativo lujo, y tus hábitos y gestos lo reflejan. Prefieres alojarte en hoteles de clase alta en lugar de posadas comunes, y dar un festín en un comedor privado en lugar de apretujarte en un lugar en la mesa para compartir tu parte del estofado con los campesinos. Dicho esto, tienes mucho más respeto por las clases trabajadoras que la mayoría de las personas de su estatus, y no estás inclinado a mandar a la gente o esperar un servicio cariñoso. Estas personas tienen aspiraciones y sueños propios; no puedes seguir los tuyos sin alentarlos a que sigan los suyos.

Fuiste bien educado y tu forma de hablar lo refleja. Tienes un vocabulario educado y una comprensión sólida de la gramática adecuada. Evita la jerga y el lenguaje vulgar, a menos que tengas la intención de escandalizar o provocar. Por supuesto, los renegados de una Casa Marcada viven para escandalizar y provocar, especialmente cuando saben que los demás tienen nociones preconcebidas de cómo deben comportarse y quieren cambiar esas opiniones.

Un renegado

Vivien nunca deja de lado su armadura de cuero y su capa cubierta de hojas ornamentales. Ni qué decir del arco que heredó de su tío, el hermano menor de su padre. Si bien creció y fue educado en las metrópolis de Aundair, Vivien siempre se las arreglaba para huir a algún bosque cercano y practicar el tiro con arco. Era sólo cuestión de tiempo que acabe explorando los Eldeen Reaches. Sirvió brevemente durante los últimos años de la guerra como explorador para las fuerzas aundarianas, pero pronto perdió el interés en el conflicto que había destruido por completo el Reino de Galifar. Decidió retirarse tanto como pudiese del frente de batalla, y para hacerlo fue necesario que cortara la comunicación con su familia.

Vivien es una medio-elfa exploradora con el trasfondo noble.

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