Los magos Lorehold son eruditos apasionados obsesionados con la historia. Exploran el pasado estudiando detenidamente los artefactos arqueológicos, invocando energías mágicas de tomos antiguos y convocando a los espíritus de figuras históricas muertas hace mucho tiempo. Viajan a lo largo y ancho del mundo con botas de cuero y capas de viajes gastadas por el uso, reuniendo reliquias antiguas y aprendiendo lenguas muertas para desempacar los secretos de la historia.

«Diferimos en lo que la historia nos enseña. ¿Es el tiempo una danza caótica de coincidencias y conflictos, o la civilización progresa gradualmente hacia un ideal ordenado? Pero estamos de acuerdo en que el pasado tiene la respuesta a cada pregunta, por lo que debemos revivirlo y descubrir sus verdades».

Teruud, tasador de Lorehold

Este artículo explora las creencias y magias opuestas que componen la facultad de Arqueomancia en Strixhaven. Tal como para las otras facultades, los magos de Lorehold también pueden encarnar ambos colores de magia, combinando aspectos y hechizos en una identidad única.

• Lema: «No dejes piedra sin remover»
• Fundador: Velomachus Lorehold
• Decanos: Plargg, decano del caos; Augusta, decana del orden
• Conflicto: Orden vs. caos
• Método de lanzamiento de hechizos: palabra escrita, pergaminos

La Magia

Quienes se centran en la magia roja de Lorehold gravitan hacia el descubrimiento imprudente y el espíritu de aventura en su investigación del pasado: la esencia y la emoción de la historia sobre la precisión o el procedimiento. Los chamanes de las ruinas ejercen una magia que les ayuda a adentrarse en los restos de sitios antiguos, mientras que los estudiosos del caos y los trivialistas persiguen las anécdotas de la historia como una ridícula letanía de casualidades fortuitas. Los warlores se entusiasman con la magia que se usó en las guerras de la Era de Sangre, y a los habladores de polvo les encanta conversar con los espíritus del pasado para encontrar toda la fea verdad sobre ellos, sobretodo sus debilidades. Finalmente, los scrollbashers y los tomewielders usan la historia de una manera bastante literal: invocando magia directamente de los personajes garabateados en sus páginas, o golpeando a los demás con libros muy pesados.

Los anticuarios, buscadores de la verdad y arqueoescritos, quienes se centran en la magia blanca de Lorehold les encanta descubrir y registrar el pasado; a menudo están rodeados de largos pergaminos y tomos en los que narran verdades históricas para la posteridad. Lectores de reliquias, eomantes y sacerdotes de monumentos descubren estatuas en ruinas de figuras históricas antiguas, adivinando la sabiduría del pasado del contexto de los sitios en ruinas. Iconólogos, pastores y defensores de fantasmas unen a los espíritus en los monumentos que llevan su semejanza, conversando con ellos para aprender sobre sus grandes e inspiradoras acciones. Los médiums de batalla y los espiritualistas pueden de hecho fortalecer y empoderar a los espíritus convocados para su uso en batalla. Conservadores, docentes y curadores preservan y cuidan el conocimiento de hechizos antiguos, artefactos y otras reliquias del pasado en el campus de Lorehold, mientras los honoristas y alusionistas pueden recurrir a las verdades de la historia para mejorar, inspirar o empoderar a sus aliados, a la vez que los canonistas utilizan los precedentes históricos para hacer cumplir las leyes mágicas.

La Mascota

Los magos de Lorehold complementan su estudio de la historia invocando a los espíritus de quienes murieron en la antigüedad. Si bien los habladores de polvo y los tasadores de pastaje conjuran espíritus y los entrevistan para conocer el pasado, los médiums de batalla y otros magos de Lorehold a veces recurren al mismo poder mágico de esos espíritus, convirtiéndolos en soldados resistentes al albergar a los espíritus en estatuas que representan su identidad cuando estaban vivos.

El Campus

Pillardrop es una serie de edificios históricos excavados directamente en acantilados perpendiculares, ahora utilizados para la investigación, el trabajo de clase y la vivienda. Los viajeros caminan a lo largo de puentes traicioneros de un «vecindario» de Pillardrop a otro, a menudo pasando directamente por las enormes caras de piedra de antiguas estatuas excavadas.

El área principal del campus de Lorehold es una fila continua de efigies. Sus caminos están bordeados de monumentos de figuras históricas famosas, incluidos profesores anteriores y prominentes estudiantes magos, así como héroes de guerra y jefes de estado de épocas pasadas.

El Salón Kollema es una gran galería de varios niveles donde los magos de Lorehold se reúnen para grandes conferencias y demostraciones. Pergaminos de mil pies de largo se derraman sobre los balcones mientras los magos estudian textos antiguos. En su centro se encuentra la estatua magníficamente restaurada de Kollema, el sabio monje que fue uno de los primeros profesores de Lorehold en la fundación de Strixhaven.

Las Leyendas de Lorehold

Quintorius Kand es un arqueomante gentil y sincero. Expulsado de una academia militar, descubrió su verdadera pasión como mago-estudiante de Lorehold. Quintorius es un lector extenso con una cabeza llena de hechos. No quiere nada más que «encontrarse a sí mismo» después de una larga adolescencia de rebotar de un camino a otro y cree que puede lograrlo explorando los maravillosos lugares históricos del mundo. Ciertamente podría usar un poco de orientación para ayudarlo a encontrar su camino.

Plargg, el decano del caos en Lorehold, es un orco rudo y ciego que se especializa en historia militar. Conocido por ser un maestro exigente, los estudiantes lo buscan de todos modos por su recuerdo perfecto de cientos de eventos históricos y por sus lecciones sobre cómo manejar las más potentes magias contenidas en pergaminos. Inventó las «letras de calor», una forma de grabado mágico en pergamino que proporciona una forma táctil de leer textos. Plargg cree que la historia está llena tanto de caos impredecible como de enfrentamientos bélicos y por ello sus estudiantes deben estar listos para cualquier cosa. Enseña que no hay recompensas sin riesgo, y sus excursiones siempre terminan con múltiples viajes a la oficina de la enfermera. Presta poca atención al trabajo de la decana Augusta, descartando sus intentos de encontrar orden en el caos como una temeraria pérdida de tiempo.

La decana del orden, Augusta, es profesora de estudios espirituales. Ha sido llamada la pastraizadora más talentosa de la universidad: no solo puede convocar a figuras históricas fantasmales, sino también evocar dioramas enteros de eventos históricos para sus conferencias. Augusta cree que la historia se repite como un progreso ordenado hacia un ideal. Ella cree que los errores del pasado pueden informar las elecciones del presente, creando un mundo de paz, orden y reglas. Ella siempre sigue las normas al pie de la letra y se muestra muy decepcionada con los estudiantes que se embarcan en las peligrosas excursiones del decano Plargg.

Los médiums de batalla de Lorehold pueden invocar espíritus y convertirlos en soldados resistentes al albergar a los espíritus en estatuas que representan su ser cuando estaban vivos. Si no hay ninguna estatua disponible, el médium promedio es incapaz de manifestar físicamente el espíritu, pero Hofri no es un médium cualquiera. Cuando Hofri se matriculó por primera vez en Strixhaven, creía que su futuro estaba en Prismari. Siempre diligente, rápidamente dominó las habilidades técnicas, pero su magia dejó algo que desear. Después de hablar con la consejera de la escuela, Mavinda, Hofri decidió probar suerte con Lorehold. Resultó que era un natural con magia espiritual, un verdadero Lorehold de principio a fin. Su tiempo en Prismari no fue en vano, sin embargo. Combinando su habilidad artística con su agudo sentido espiritual, Hofri fue capaz de visualizar la apariencia mortal de un espíritu y construir una forma de estatua viable para que la habitaran. Nadie en la historia de Lorehold ha sido capaz de crear una estatua espiritual desde cero, y a Hofri se le ofreció un puesto de profesor después de la graduación, el mismo que aceptó con una sonrisa difícil de perder.

Incluso para los estándares de Lorehold, Osgir está obsesionado con las reliquias del pasado. Ya sea una magnífica joya en una corona o una fea pala vieja, cada tesoro lo conecta con civilizaciones de antaño. Como estudiante, estaba constantemente detenido por acumular los mejores hallazgos de los sitios de excavación de Lorehold en su habitación; perdió la cuenta de cuántas veces le dijeron severamente: «¡La historia nos pertenece a todos!». Naturalmente, dominó el arte mágico de la restauración duplicativa. No solo puede recrear perfectamente un objeto o dispositivo antiguo a partir de la chatarra más pequeña, sino que también puede producir una segunda versión idéntica cada vez, para su colección personal. De esa forma, es capaz de mostrar algo diferente cada semana en su oficina de Lorehold, desde una poderosa espada para matar demonios hasta una delicada caja de música élfica.

Losheel admite con orgullo que está dispuesta a trabajar muy duro para ser lo más perezosa posible. Ella dirige su mente brillante a la construcción de ayudantes mecánicos cada vez más eficientes, con el objetivo de algún día poder hacer lo que quiera sin ponerse de pie.

Cuando el espíritu de Laelia se despertó por primera vez, estaba furiosa al saber que estaba muerta. Incapaz de vengarse de los soldados que la traicionaron hace tanto tiempo, comenzó un club de duelos, donde entrena a los estudiantes en el arte del combate mágico.

Hace décadas, un equipo de excavación de Lorehold estaba emocionado de desenterrar un antiguo golem de guerra de las ruinas de Caerdoon. Quedaron considerablemente más emocionados aún cuando saltó a la vida y, en lugar de matarlos, comenzó a corregir sus conceptos erróneos sobre las técnicas de combate de la Edad de Sangre. Prefiere la conversación al derramamiento de sangre, pero se ha comprometido a defender la universidad si es necesario.

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